Hemos entrado en una nueva normalidad, pero aún es confuso y estresante. Y cuando todo en la vida real es impredecible, recurrimos a nuestras pantallas para encontrar consuelo en los personajes que conocemos, incluso en los malos. Desde UstedesJoe Goldberg de SyFy y Chucky de SyFy, hasta el ansiado relanzamiento de Showtime Dexter: sangre nueva, 2021 ciertamente nos dio mucho.
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en netflix Ustedes, Los espectadores siguen al apuesto asesino en serie y acosador Joe Goldberg (Penn Badgley) mientras avanza en sus intentos de amor. A los fanáticos no parece importarles ver a Joe Ustedes temporada 3 dominó la lista de los 10 principales de Netflix durante casi tres semanas y rápidamente se convirtió en uno de los programas más vistos en el transmisor con más de 465 millones de visitas hasta la fecha. Todo este interés viene con el entendimiento de que Joe hizo cosas terribles a hombres y mujeres, pero matar para Joe no es un acto de deseo. Es una herramienta; el que usa para vengarse de alguien que le es incorregible o problemático.
Esto trae de vuelta a Michael C. Hall como el asesino en serie Dexter. Dexter: sangre nueva, aún más oportuno. Ocho años después del final de la serie, Dexter Morgan es ahora Jim Lindsay, un hombre que vive en el pequeño pueblo de Iron Lake en la ciudad de Nueva York y está saliendo con un sheriff local. Pero el pasado todavía lo persigue. Habla a diario con su hermana muerta Debra (que actúa como su conciencia y antagonista), y su hijo de 16 años, Harrison, acaba de encontrarlo después de una década. Durante todo este tiempo, sus instintos de matar comienzan a aparecer después de años de reprimirlos.
Ambos programas utilizan una vista de voz, que proporciona una ventana a los pensamientos más profundos de los hombres. Al dejarnos entrar, satura el impacto de su naturaleza violenta, y de alguna manera incluso lo mitiga. El elemento familiar también está en juego aquí, ya que Joe y Dexter son ambos nuevos padres. Mientras Joe finalmente da en adopción a su hijo Henry, Dexter se reúne con él y aprende a ser padre. Explorar estas relaciones ilustra las partes de su humanidad que aún existen y nos permite verlos como personas complicadas; no solo asesinos.
Nuestra fascinación por los malos y los asesinos en serie no es nada nuevo..
Ambos, como Harrison, han sufrido problemas de abandono y traumas complicados que han dado forma a la forma en que trabajan hoy. Esto conduce al dolor de nuestra simpatía. Y también es una cuestión de comportamiento heredado: en el episodio 6, la novia de Dexter, Angela, revela su verdadera identidad y dice que tiene que admitir que «sus problemas se están convirtiendo en los problemas de Harrison». Claro, ella no sabe qué tan preciso es eso, pero Dexter lo sabe.
Incluso después de todo, Dexter le pregunta tímidamente a Angela si guardará su secreto y, con suerte, lo hará, aunque sabemos que es una locura. Cuando Harrison le confiesa a la hija de Angela que en secreto está pensando en lastimar a la gente, ella tampoco lo despide. En cambio, reconoce el dolor y lo abraza, de manera similar a lo que hicieron los espectadores con el personaje de Dexter al exigir un reinicio.
Al igual que Joe, Dexter mata por lo que se considera una obligación moral: una especie de Robin Hood asesino, que inconscientemente trata de sanar las heridas del pasado a medida que se enconan. La pareja está impulsada por el propósito, no por el placer, y esa diferencia es suficiente para desdibujar la línea entre la moralidad y la aceptación.
Aunque Dexter solo se ocupa de los asesinatos cuidadosamente planeados de aquellos que sabe que son personas terribles, vemos cómo su código de ética se derrumba. Dexter: sangre nueva. Después de encontrar al narcotraficante responsable de la droga de fentanilo que causó la sobredosis de Harrison, disfruta matándolo. Debra señala que «mata por venganza, no por deber», que son dos cosas muy diferentes en el mundo de Dexter. Más tarde, mientras escucha el podcast de Molly sobre los crímenes reales del carnicero de Bay Harbor, Dexter habla poéticamente sobre los «buenos viejos tiempos», acordando en voz alta que se siente un poco «carnicero». Incluso cuando habla de los hechos más atroces, permanecemos de su lado.
Nuestra fascinación por los malos y los asesinos en serie no es nada nuevo. Tony Soprano y Walter White eran personas poderosas que despreciaban cosas que en realidad la sociedad condenaría. Pero dos décadas después, los espectadores todavía los adoran. Su encanto y su arraigada sensibilidad los eximen de alguna responsabilidad en la pantalla. Este tipo de personajes representan un conflicto que a menudo deja a los espectadores inseguros de cómo sentirse acerca de ellos. Pueden encarnar tanto al villano como al héroe; enfrentaron el dolor que, a pesar de todo, también los relaciona. Por lo tanto, es natural luchar por ellos. Como Audrey le dice a Harrison: «Somos forasteros, pero eso no tiene por qué destruirnos».
Estos tipos de espectáculos proporcionan una salida para una variedad de emociones sin explotar..
El año pasado también marcó el regreso de un amado asesino en serie completamente diferente en un reinicio de TV: Chucky. La muñeca pelirroja está lejos de ser sensible. Aún así, en el final de temporada, mientras planea una ola de asesinatos épicos, Chucky da instrucciones: «Nada de bebés, ni de menores de 5 o 6 años, ¡no somos salvajes!». Los comentarios experimentados exploran sutilmente las capas que atribuimos a la brutalidad y lo que distingue a un monstruo de otro. Somos una sociedad que acepta villanos, pero también necesitan ser humanizados.
La popularidad de la serie es otra prueba de que actualmente ansiamos mundos ficticios, aunque den miedo. Dra. Alison Forti, Ph.D. y un profesor asociado de la Universidad de Wake Forest explica: «Este tipo de programas pueden involucrar personas y tramas que parecen inaccesibles para las personas y brindan una salida para una variedad de emociones sin explotar». Por supuesto, saber que estos personajes son ficticios los hace más fáciles de digerir que la vida real.
«Cuando nuestras vidas se sienten irresistibles, podemos ver al protagonista cuya vida es mucho más peligrosa y sentir alivio», agrega el Dr. Fortí. Los horrores del mundo real y de quienes lo habitan pueden ser terribles y desconocidos. Pero hay seguridad en el villano que permanece solo en la pantalla, brindando consuelo a través del escape. Sólo tiene sentido seguir aceptándolos.
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